No conocía tangentes las caricias cósmicas.
El viento en la ventana, el despertar inquieto de madrugada,
el susurro
-que nace desde el estómago calentando el pecho-
que lleva tu nombre...
Conocí tan intensa La Caricia Cósmica
aprieta mi pecho y me saca una lágrima-sonrisa:
susurro tu nombre...
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