lunes, 6 de febrero de 2017

Des-engrane

La decimoctava
tan insípida
e indolora.

No era esa
la utopía
que a la sexta
iluminaba
el patio trasero de la casa.

Palpita todavía,
despacito todavía...
antes de la
vigésima cuarta
hora del día.

Y sin embargo,
cantará  tres veces un gallo
antes de otro amanecer.


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