martes, 23 de mayo de 2017

Ave Fénix


Reconstruir tejidos casi muertos:

Hay un cuerpo que se mueve y vive, len-ta-men-te pero ¡Vive!. Es difícil re-engranar la máquina que ha perdido fuerza.
No están cerca los amigos (se fueron de a poquito), la lengua se durmió un poco, las guaridas se cayeron, el sueño se escapó huraño, los proyectos caducaron y el tiempo siguió su órbita con distinto ritmo.
Hay un cuerpo que ahí se mueve y aviva las llamas con sus pequeñas alas.


Cuando llega la hora de morir el ave fénix deja un huevo que al tercer día este se convierte en pájaro que con sus alas aviva la llama y un nuevo Fénix nace de las cenizas dejadas por el fuego.

Y vuela.... a pesar del fuego.


viernes, 21 de abril de 2017

Cadena alimenticia

El sol de un día golpeó tanto su cara y quedó cerquita a los pies de dios tan cerca que tuvo valor de preguntarse si en verdad existe y  ¿de quién se alimentará?, ¿de qué esta hecho su reino?
o su país sin fronteras, -  sí, seguro no es un infierno -  pero... ahí ¿de quién se cuidaran?, ¿hay luz en los caminos?, ¿hay rumbo en el andar?, ¿hay frutos abundantes en los cultivos?, sí, seguro llueve en el lugar, ¿hay risas en los niños?, ¿cómo lloran a sus muertos?, ¿raspan fuego dónde mueren los compañeros?, ¿manchan las paredes de los edificios?, ¿hay cielo?... Sí, creo que hay un cielo lo presiento desde mi tierra;  quizá ahora dejen de existir ambos - tu cielo y mi suelo- que mutuamente se  alimentan.



jueves, 30 de marzo de 2017

Último jueves de marzo, 2017


Desde que te transformaste, Mamí, hay cosas que de mi cambiaron alguna manera eso de creer y no creer, lo que se siente y se presiente toma más fuerza que siglos dogmas impuestos y es que vos me seguís educando desde esta tu nueva forma y con todo mi amor (este que ya no cabe en el pecho) yo te escucho.

Sabés, ahora pienso en todos esos sitios que muchos dicen que existen, y yo no sé, y tampoco sé si vuelva a creer sin sentirlos pero es que ahora yo conozco uno que intuía existía pero vos me lo reafirmas y es el abrazo del cosmos en el que gravito , en sus manos que tienen venas saltadas y algunos callos porque partía queso y hacía flores de papel, dedos largos y alguna que otra pinchada de aguja de máquina de cocer, ah y silba, silba canciones que se inventa en el que hacer y de cuando en cuando clava sus ojos grises en mi existir, de que eso existe puedo dar fe, lo demás yo que sé.

Si existe el cielo creo que es el fugaz y sublime momento que es la felicidades y las felicidades y sé que vos, mamí, estás ahí en los cielos de mis felicidades y en la vida que pasa y pesa y vuelve a pasar estás ahí cuando te siento luna, sol, lluvia, viento, mar, estrella, música, nube, rocío, jueves, orquídeas, gaviotas, veraneras, mangos, flores de papel, la fuerza de mi niñez que me dejaste aquí plantada a mi lado para cuidarme cuando ser grande da miedo.

Tu mi libertad, mamí, de dejarme ser quien soy para vivir y no reprocharme cuando sólo puedo sobrevivir, como hoy que recuerdo y repaso esa nuestra última noche juntas(y nuestras circunstancias) y no sé como pude sobrevivir, pero lo cierto es que estoy y soy y que casi todo lo aprendí de vos.

Gracias por el amor que nos seguimos dando y viviendo,
Mamí, Mamí Gracias.

PD. Sigo sintiendo que mis brazos pierden fuerza cada vez revivo los últimos momentos de esa nuestra “convida” anterior. (y es que ahí no pasaba el tiempo, recuerdo)

martes, 28 de febrero de 2017

Marzo



jueves marzo azulado,
dios marzo cósmico,
eterno marzo maquilishuatico
libre marzo romeriano.

Conocí el miedo profundo en mis manos dormidas y mi piel inerte sin darme cuenta. Ella es un maquilishuat que creció infinito en una noche de marzo como abrazando mi tiritado corazón, abarcándolo todo, acabando con siglos de creencias y dogmas, poniendo frente a mi vida la vida misma tal como es, así, desnuda sin pudor, matando de a poco el miedo y las esperanzas cliché, las románticas, las trilladas, las sobrevaloradas, las estériles; dándole sentido a todas las imágenes atrapadas: el pan con casamiento en la noche fría, al tatuaje marca que condena en una sala de espera, las esposas esclavizando también la bolsa de suero, la diarrea que provocadora de gritos y regaños... todo lo que ahora duele con la piel, dolorcito perenne que va de a poco serenando esta alma inquieta.

Conocí el abrazo físico de quien abrió la ventana y saludó en el lecho de transformación del amor de mis amores, diciéndome: estoy aquí.

Conocí el dolor más inmenso un marzo, este que se me quedó clavado y me invita a fecundar cada flor con cinco pétalos de piel cómo esas que nacieron en las plantas de sus píes una noche de marzo.



lunes, 6 de febrero de 2017

Des-engrane

La decimoctava
tan insípida
e indolora.

No era esa
la utopía
que a la sexta
iluminaba
el patio trasero de la casa.

Palpita todavía,
despacito todavía...
antes de la
vigésima cuarta
hora del día.

Y sin embargo,
cantará  tres veces un gallo
antes de otro amanecer.