Hay quién ama,
ama y se quema
prendiendo fuego
a los insulsos inviernos
arrasando con una sola mano
todas las vidas vividas
que se van girando en espiral
hasta el centro de una diana
que se van girando en espiral
hasta el centro de una diana
con un solo tiro permitido.
Hay quién ama,
ama y se no se queja
contemplando las heridas
del crucificado entregado por un beso
arte milenario
retribuido por traición
por los siglos de los siglos
sin ninguna restricción.
Hay quién ama,
ama y se embellece
evocando abrazos
lapidarios con olor a saliva fresca
convirtiendo en miel las bofetadas
en tres puntos suspensivos
los deseos
entre dos miradas seducidas.
Hay quién ama,
ama y se sonríe
de medio lado
todas las noches antes de dormir.
lapidarios con olor a saliva fresca
convirtiendo en miel las bofetadas
en tres puntos suspensivos
los deseos
entre dos miradas seducidas.
Hay quién ama,
ama y se sonríe
de medio lado
todas las noches antes de dormir.
Una dolorosa fotografía de media noche. Saludos, Arely.
ResponderEliminarUn espiral.
EliminarAbrazos, Daniel.