jueves, 24 de julio de 2014

Desde el fondo

Bajo la sombra de un enorme árbol
se refugia y se esconde
sabe que no puede evadir los rayos del sol
no puede evitar el calor infernal
que trae con ellos 
quema la dermis
destruye la psique
la cabeza que da vueltas y vueltas
como si estuviera en medio de  un ciclón. 
Calor infernal
calor que duele
calor que solo puede venir de un infierno
rabia reprimida de la estratosfera
capaz de destrozar al mundo en un segundo
solo para ver de que color era por dentro
que fantasmas escondía bajo la mascara de un cielo azulito.
Calor infernal 
como rabia reprimida
que viaja por dentro de sí
y ya no puede esconder las gotas de sudor que caen por su frente
llorando al niño abandonado
en la esquina donde le dijeron que esperara.
Calor infernal
que reclama al ser libre que fue un día
que amo y amaron
que desplomó esquemas 
y se dejo seducir por la locura
que le daba espacio a crear más locura
y desenredaba las cintas que ataban sus zapatos
o corría descalzo si era necesario
para no atar ni que lo ataran.
Calor infernal
dejáte salir 
quemá y convertí en cicatrices sus heridas 
quemá y reconstruí 
de una vez por todas al cobarde escondido 
bajo la sombra de un enorme árbol,
que  hoy llora muriendo de miedo.



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