viernes, 13 de noviembre de 2015

Quebrada


Alzó vuelo el último de los gorriones
de quienes por añadidura aprendí lo que sé de la vida,
se fueron las ocho manos en las que descubrí el lento viaje de la piel...
se fueron sin haber contado sus abrazos.

Gracias  por el gusto por las letras,
por el café de maíz,  
por los jilotes,
y por las naranjas victoria..

Gracias por su vida pues.

Hasta siempre y en todas partes 
por que un día he de tener plumas y como ustedes ... 
he de aprender a volar.



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